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“La necesidad del náufrago” con Carmen Valverde: una firme promesa
16 Octubre 2016 | Categoría: Crónicas ligeras,El Teatroscopio,Escena,top2 | y tagged con Carmen Valverde | Diego Cabarcos | Javier Prieto | La necesidad del náufrago | Pablo Canosales | SieTeatro Producciones | Teatro Alfil | Víctor Nacarino
Por Horacio Otheguy Riveira
Carmen Valverde promete mucho. Promete bien, con rigor profesional, encanto de sensibilidad escénica, y con la seguridad de quien pisa las tablas con la certeza de que no está dispuesta a dejarse avasallar por la incertidumbre. Será por eso que las sugerentes situaciones vividas en este espectáculo provisto de breves escenas adquieren en sus manos un valor inesperado. Todo gira en torno a la vida cotidiana que se vive o que se cuenta o que ni se vive ni se cuenta, se fantasea. Y en todos los casos es el perfil femenino el más interesante; las mujeres que dan en la diana o que se repliegan en sus secretos u obsesiones, cualquiera de las muchas que Carmen Valverde encarna en una hora veinte minutos.
Cada una de sus apariciones enriquece la de sus compañeros, nunca los anula ni encandila, pero es en el dominio de su voz y de las cuerdas finísimas que hace sonar con sus movimientos corporales, por muy sutiles que sean, lo que fortalece un texto que evita las conclusiones; un texto muy bien elaborado, hecho de sugerencias, suspiros y advertencias, de comedia revestida de drama, y de melodrama abocado a la ironía. La brevedad de las secuencias facilita el singular recorrido por las emociones de gente corriente y diferente a la vez, con firme voluntad de conformar su propia personalidad en esa búsqueda del amor en el cotidiano naufragio de sueños y esperanzas.
Ríen de todo y de sí mismos, y a ratos padecen de nostalgia con su punto de excitación inesperada.
Tres buenos actores que se parecen mucho físicamente, una actriz de excepcional talento, 12 sillas, 16 escenas, 40 personajes. A punto están de cumplir dos años de representaciones en las que todo se ajusta, se retoca, se mejora, confrontando con cada función los silencios, aplausos y reflexiones de los espectadores.
El autor-director Pablo Canosales lo tiene claro, y en su punto de partida ya se dibujan las intenciones y los logros de esta sucesión de situaciones dramáticas a muy buen ritmo, con la imprescindible lentitud o rapidez que cada escena requiere:
Cuatro actores dan vida a más de cuarenta personajes que se mezclan a lo largo de la obra, difuminando así los límites para que sea el espectador quien termine de encajar las piezas de este puzzle. Con apenas cambios de vestuario y doce sillas en escena, estos personajes/actores no necesitan más para mirar con firmeza y seguridad al espectador para que también él, desde su butaca, pueda gritar lo que necesita realmente en su vida.
Las historias se suceden con facilidad, sin altibajos. Los personajes se dibujan levemente para entrar y salir también fácilmente del espacio escénico bien ejecutado con sillas, letreros y atrezo que se selecciona a la vista del público. Entre muchos momentos inolvidables, unos pocos para abrir boca: un encuentro inesperado viene rodado para que dos desconocidos pasen la noche juntos. Como si tal cosa, ella se despide por la mañana, pero él, tímido, tierno, reprime su ansiedad, le habla de las ventajas de mantener relaciones sexuales por la mañana, lo revitalizante que resulta, mientras la muchacha se prepara para irse…
Todos reunidos en un ágape, y de pronto la única chica detiene la acción y se lanza en un monólogo tan inquietante como sensualmente delicioso describiendo las escenas de alta excitación sexual que realiza con cada uno de los chicos, ¿que realiza o que realizaría?
En la playa, tres tíos desnudos con balones que cubren las partes sacrosantas que cuelgan entre sus piernas: son hombres enteros, son niños también, y lo que en ese lugar de veraneo sucede son dimes y diretes donde el humor prevalece, mientras Carmen Valverde, la actriz, no ya personaje, permanece detrás del decorado, mirando y colaborando, asintiendo y rechazando, sin apenas expresión, como una serena espectadora ante las veleidades masculinas.
En la playa es otra cosa, y con el culo al aire las fantasías puede que crezcan a su aire… Un ejercicio playero donde los actores parecen pícaros trillizos en busca de aventuras.
Una función ágil, encantadora y profunda tras su aparente sencillez. Y lo dicho: reparto eficaz con una Carmen Valverde que destaca lo suficiente como para confiar en que tendrá una carrera minada de felices sorpresas, forjada al calor de grandes personajes.
PRÓXIMO ESTRENO
Sala Juan de la Cruz
Del 26 de abril al 3 de junio, 2018
De martes a sábado, 19:30h
Domingo, 18:30h
Tiempo de silencio, uno de los hitos de nuestra literatura del siglo XX, dibuja un grotesco retrato del Madrid de la posguerra. Aunque la trama se desarrolle a finales de la década de 1940, su visión caricaturesca no se aleja mucho de nuestro modelo de sociedad actual, especialmente atribulado en las grandes ciudades. La soledad que se siente en mundos estancos, la disfunción de los lazos familiares, la impotencia y el odio más allá del sentir político, el silencio que envuelve el quehacer cotidiano…
En esta historia que rezuma la sordidez de la época franquista, La Abadía ha encontrado el punto de partida idóneo para el debut en nuestro país del joven director Rafael Sánchez. Descendiente de emigrantes españoles, se crio en Suiza y actualmente está vinculado al teatro municipal de Colonia (Schauspiel Köln), siendo una de las figuras más singulares de la escena alemana de nuestros días.
REPARTO
Sergio Adillo
Lola Casamayor
Julio Cortázar
Roberto Mori
Lidia Otón
Fernando Soto
Carmen Valverde
FICHA ARTÍSTICA
Puesta en escena Rafael Sánchez
Versión Eberhard Petschinka
Escenografía y vestuario Ikerne Giménez
Iluminación Carlos Marquerie
Espacio sonoro Nilo Gallego
Ayudante de dirección Andrea Delicado
Avance de temporada Teatro de la Abadía:
DOS NUEVOS ENTREMESES, "NUNCA REPRESENTADOS"
Miguel de Cervantes
Dirección: Ernesto Arias
Producción: Una creación del Teatro de La Abadía
Duración apróximada: 1h y 20 min
Sala Juan de la Cruz
Del 23 de noviembre al 10 de diciembre, 2017
De martes a sábado, 20:30h
Domingos, 19:30h